Tras abrir el segundo sobre del calendario de adviento, el espíritu de la Navidad se apoderó de mi y me entraron unas ganas tremendas de hacer un pequeño adorno para la puerta de Villa Chiflada.
En la habitación azul siempre tengo material para alguna de mis ideas y si algo me falta, lo sustituyo por otro artilugio que tenga guardado. Durante el año voy recopilando de todo, padezco de una especie de síndrome de Diógenes crafter que hace que me quede con cosas varias que sé que algún momento utilizaré para alguna manualidad. Lo gracioso es que mi familia es consciente y me guardan cajas, cintas, telas o maderas que creen que me pueden servir. Gracias, bonitos míos.
Pues bien, si hay un material que relacionemos con la Navidad son las piñas. Guardo dos bolsas pequeñas llenas de piñas que cogí durante dos veranos consecutivos en El Espinar. Chiquititas, grandes, más abiertas o cerradas…De todas las clases, amigos. A ese arsenal le juntamos las que me llevé de Escocia, de uno de sus preciosos bosques que visitamos. Y de todas esas piñas, mi inspiración para hoy.
Estaba algo recelosa de decorar la puerta de casa, prefería guardarlo para el interior pero he pensado en la alegría que me hace ver nuestro felpudo tuneado cada vez que saco las llaves para abrir la puerta que imaginé que ver este adorno me haría sonreír igual.
Vamos con el paso a paso.
MATERIALES
- Piñas
- Rodaja de madera
- Pistola de silicona caliente + silicona
- Lápiz o rotulador
- Flores secas y ramitas
- Cuerda
PASO A PASO
Ponemos a calentar la pistola de silicona caliente.
Mientras tanto dibujamos sobre la rodajita de madera (se me ocurre que se podría utilizar un trocito de madera liso o papel, cualquier material que no pese demasiado que se pueda dibujar sobre él) un “Feliz Navidad”. Primero podemos trazar las palabras en lápiz y después pasarlo a tinta.
Con la silicona caliente, unimos varias piñas entre sí. A este conjunto le añadimos la rodajita de manera y dejamos que seque y quede fijo. Además, le fue añadiendo una pequeña rama y flores secas.
En la parte superior de una de las piñas, la que quede más elevada, le vertemos una gotita de silicona caliente para poner sobre ella la cuerda. Esto nos servirá para tener un enganche donde colgar nuestro adorno.
Para finalizar, tomaremos el aro interior de un bastidor de bordado con el que abrazaremos el montaje de piñas. Anudamos el adorno al aro de bastidor de manera que quede colgando y simule un móvil.
Solo queda colgarlo del pomo de la puerta o sobre la zona de la mirilla; con el viento o apertura de la puerta se moverá levemente.
Llegar a casa, tener este sutil recibimiento, abrir la puerta y sentir tu hogar. Los pequeños detalles hacen grande los momentos cotidianos.